Caos

Caos (Del lat. Chaos <gr. Khaos, abismo. 1. S. m.) Estado de confusión y desorden de la materia, desconcierto, desorganización, comportamiento impredecible. Saben, soy firme creyente que hay dos tipos de caos, el primero es un caos hermoso; impredecible pero hermoso y eso fue lo que sucedió desde que llegué a mi nueva familia, entre aprender a hacer mis necesidades lejos de la sala, no comer la ropa interior ni el maquillaje de mi abue, dormir en el sillón, en el suelo, la cama, en todo lugar y a toda hora con mi papito además de correr como loca por toda la casa para que no me bañaran, se nos fueron casi dos años siendo felices en ese caos que era nuestro mundo.

Pero la vida decidió improvisar cambiando nuestro caos por otro muy diferente y fue así como un día de Julio del 2014 en el que después de ver a mi papito con dolores de cabeza insoportables, de buscar entre tantas consultas médicas y muchos tratamientos, al no encontrar el porqué de estos dolores se decidió hacer una resonancia cerebral; donde se determinó como diagnóstico un “Adenoma de hipófisis” o “Adenoma atípico de la pituitaria”; traducido al español: Le encontraron un tumor en medio de la base del cerebro justo entre los ojos … y entonces nuestro caos cambió para ser ese que no te deja pensar, las ideas no tienen orden ni lógica, respiras desconcertado por todos lados sintiendo que todo a tu alrededor pierde coherencia, que no distingues entre principio y final; donde el “¿por qué?” es siempre la pregunta pero no logras encontrar la respuesta acertada y la duda se agranda. Pero lo más difícil con esta clase de caos es que tienes que buscar soluciones aunque sientas que estas no tengan sentido.

Recuerdo que ese día llegaron todos callados a la casa, aunque no decían nada yo sabía que algo sucedía porque nosotros los animales sentimos la energía que está a nuestro alrededor por lo que corrí a saltar en los brazos de mi papá, quería quedarme junto a él todo ese día y los días que siguieron. Porque supe que aunque no podía decirle con palabras “Aquí estoy papá” mi naricita y mis lengüeteadas lo harían por mí. 3 días después mi papá se despidió y me dijo “Popi (así me decía el de cariño) pórtate bien, hazle caso a tu buelita” que yo regreso pronto y todo volverá a estar bien.

Y fue ella quien me contó que mi papito estaba ingresado en el “Hospital de Niños Benjamín Bloom”; todos los doctores que habíamos visto decían que tenía que ser una cirugía de emergencia pero aún así tuvimos que esperar casi 3 semanas. Se llegó el día de la cirugía, todos con la firme esperanza de que con el pasar del tiempo sería solo otra de nuestras aventuras, una historia más para contar… Antes de entrar al quirófano se dieron el saludo secreto con mi buelita (porque han de saber que siempre debes tener un saludo secreto, el nuestro era dos dame cinco, una galletita de premio y una lengüeteada en la cara) y luego lo ingresaron. Diez horas después la esperanza seguía de nuestro lado, ya solo quedaba un procedimiento más para terminar con este inoportuno episodio de la vida pues el doctor salió diciendo que todo estuvo bien y que solo seguía un tratamiento médico para que todo volviera a nuestra relativa normalidad.

Mi papito estuvo en cuidados intensivos por 3 días, luego de su primera quimioterapia y de renegarle a los doctores porque él quería verme; pues ya llevaba muuuchos días sin tenerme a su lado y de extrañarnos mucho porque éramos como Batman y Robin o más bien Bob Esponja y Patricio Estrella es decir inseparables; y con toda la voluntad de no dejarse vencer por lo que quedaba de ese tumor regresaron a la casa, yo no cabía de la emoción de volver a ver a mi papá brinque encima de él para lamerlo a besos como por mil años, ya que aunque solo fue un mes el que estuvimos separados quería que supiera que seríamos felices hasta la eternidad …. Aunque a veces la eternidad no dura mucho.

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