Toda aventura tiene siempre un inicio
- Lolita
- 20 abr 2017
- 2 Min. de lectura
Cuando venimos a este mundo no sabemos cuál será nuestro destino, ciertamente todos quisiéramos que cada día fuera el final del cuento de “y vivieron felices para siempre”. Pero el camino a la felicidad es un camino de muchas pruebas es por eso que quisiera contarte de a poco mi historia porque si para ti el día a día no te resulta fácil, déjame decirte que para alguien como yo tampoco lo es, pues ya de por si ser el pilar emocional en mi familia y buscar ser feliz con lo poco que me ha quedado es enteramente complicado para un ser tan pequeño como yo.
Antes de continuar por este viaje déjame presentarme así entenderás un poco más a que me refiero, mi nombre es Lola o puedes llamarme Popy o Popencia como cariñosamente me suelen llamar mis abuelos. Vivo con ellos en una pequeña ciudad de El Salvador que se llama Ahuachapán muy cerca de la frontera con Guatemala, otro lugar muy importante en esta historia por razones que más adelante les contaré.

Sabes que lo primero que recuerdo al iniciar mi aventura por la vida es que un día cualquiera mientras jugaba con mi hermanitos en el patio de mi casa llegaron dos personas y me tomaron en brazos a mi hermana y a mí, no lograba comprender lo que ellos hablaban pues yo era muy pequeña; entonces solo pensaba en jugar y divertirme con todos los que estaban ahí conmigo, quizás mi hermana si comprendía lo que pasaba pues yo la veía temblar mucho, yo por el contrario sentía que no había nada que temer por lo que continúe jugando. Y luego entre la alegría y el cansancio algo tan sencillo como haberme quedado dormida en los brazos de aquella mujer aquel día (ese día comprendí que los pequeños detalles son los que marcan realmente nuestra vida y van formando esa estructura tan compleja que llamamos felicidad); esos pocos segundos fueron los que me convirtieron en la elegida para ser la protagonista principal en el viaje hacia la felicidad de alguien más y como mencione al principio de este texto, un pilar emocional para mi nueva familia tiempo después, ya que ninguno de los involucrados en este recorrido teníamos conciencia aún de todo lo que estaba por ocurrir debido a la complejidad que transpiraba desde entonces la narración que este día te comparto.

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